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Mesoamerica was the most urbanised landscape of the precolonial Western Hemisphere, and urban dwellers there shared many cultural commonalities. They also varied significantly regarding what social institutions they emphasised, what forms of urban infrastructure they created, their fiscal financing and systems of governance, as well as how they managed ecological resources and risk. In this paper, we provide a comparative analysis of Mesoamerican cities using a database of archaeological indices of Indigenous urban characteristics. We report positive correlations between the longevity of cities in our sample and more collective institutions of governance, higher population densities, and more shared and equitably distributed forms of urban infrastructure. The study draws on Indigenous knowledge and practices to assist the target-based approach of the UN Sustainable Development Goals and New Urban Agenda and provides insights into how certain urban institutions and infrastructure can foster greater resilience and equity in the face of ecological and cultural-historical perturbations.

 

La ciudad de Teotihuacán (1-550 dC) fue un importante centro urbano multiétnico a lo cual llegaron inmigrantes desde el oeste de México y la región Maya. Una investigación previa en el distrito de Tlajinga utilizó isótopos de oxígeno de los huesos y esmalte de los dientes para estimar que casi el 30% de la población de Tlajinga 33 eran migrantes. Este estudio utiliza dos isótopos ( 87 Sr/ 86 Sr y δ 18 O p ) para reevaluar la proporción de inmigración en Tlajinga, incluidos los datos de los complejos de residenciales, Tlajinga 17 y 18 ( n = 23). Los nuevos resultados indican que los migrantes comprendían ~ 45% de la población de Tlajinga. La datación de radiocarbono, las ofrendas de cerámica, y los datos de isótopos indican que la inmigración a Tlajinga fue más alta durante los primeros siglos de ocupación, aunque la migración fue un proceso continuo a lo largo de la historia del complejo. Además, un nuevo hallazgo indica que los residentes de Tlajinga 33 comieron alimentos con mayores proporciones 87 Sr/ 86 Sr en comparación con Tlajinga 17 y 18. Presentamos la hipótesis de que la incorporación de cal importada para el proceso de nixtamalización elevó las proporciones 87 Sr/ 86 Sr en esqueletos humanos, un hallazgo potencialmente importante para estudios futuros en Teotihuacan y Mesoamérica.